Esta obra colectiva marca un hito fundamental en la transformación de la práctica evaluativa. Va más allá de ser un simple mecanismo de calificación, posicionándose como una práctica social capaz de liderar el aprendizaje. A lo largo de sus páginas, se despliegan diversas perspectivas y experiencias que convergen en un propósito claro: repensar la evaluación como aprendizaje. El lector descubrirá propuestas innovadoras que desafían los paradigmas tradicionales, invitándolo a reflexionar sobre cómo cada proceso evaluativo puede ser una oportunidad genuina para el crecimiento y desarrollo estudiantil. Más allá de la mera medición de resultados, este libro ilumina el camino
hacia una transición evaluativa que verdaderamente orienta y potencia el aprendizaje en todos los niveles educativos.